“Cuentos urgentes para un tiempo lento” es un libro que alberga entre sus páginas una maravillosa colección de relatos cortos escritos por el autor español José-Reyes Fernández. Fue publicado en febrero de 2022.
¿Conoces a José-Reyes Fernández?
Carteia fue una ciudad fundada por los fenicios, engrandecida por los cartagineses y posteriormente transformada en una brillante colonia romana ubicada en la desembocadura del río Guadarranque, al fondo de la bahía de Algeciras.
Ahí, en el actual municipio de San Roque, vio por primera vez la luz de este mundo José-Reyes Fernández. Apostando muy poco a la casualidad y mucho a la voluntad de los dioses que alguna vez camparon a sus anchas por esos lares, José nació y creció en un emblemático lugar del mundo, que ha visto transitar a toda clase de personal dotado de buenas, malas y peores intenciones.
Ahí, donde se unen dos mares y se separan dos continentes, Hércules trabajó laboriosamente para delimitar el Non terrae plus ultra, que gracias a la curiosidad de algunos, al poco tiempo se transformó en Plus ultra.
Es importante entender el ambiente geográfico, social y cultural que ha dejado una huella indeleble en la piel y en el alma de José-Reyes Fernández para poder dimensionar la importancia de su obra y el contexto en el que se desarrollan gran parte de sus historias.
Gabriel García Márquez construyó Macondo a partir de la esencia de su natal Aracataca y ahí vivieron los personajes de “Cien años de soledad”, “Los funerales de mamá Grande”, “La hojarasca”, “La mala hora”, “El coronel no tiene quien le escriba” y “Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo”.
De igual manera, José construyó un espacio mítico (casi neolítico) llamado Guimarán a partir de su natal Guadarranque y es el escenario donde se desarrollan muchas de sus historias desde 1982, año en el que escribió su novela titulada “En torno a Guimarán y otras imprecisiones” que lo hizo ganador en el año 1983 del premio Armengot de novela en su XIV edición.
José-Reyes Fernández es escritor de novela, cuentos y relatos cortos que lo han hecho merecedor de numerosos premios entre los que destacan el “Ciudad de Aguilar”, “Ciudad de Irún”, “Ángel María de Lera”, “Ateneo Cultural Primero de Mayo”, “Isabel Ovín”, “Alberto Lista”, “Premio UNED de Relatos”, “Fundación Gaceta Regional”, “Villa de Estepona”, “Villa de Mazarrón” y “Unicaja” por mencionar algunos.
Diarios y revistas de España y México con repercusión internacional han publicado sus historias y son varias las antologías literarias que acogen parte de su obra.
¿De qué trata “Cuentos urgentes para un tiempo lento”?
“Cuentos urgentes para un tiempo lento” surgió como resultado de las entregas diarias de relatos cortos que José-Reyes Fernández empezó a escribir durante el confinamiento obligatorio debido a la pandemia por Covid 19 en el año 2020.
Se trata de 99 ingeniosas historias que se leen en un abrir y cerrar de ojos pero dejan una marca permanente en la mente y en el corazón. Por citar unos cuantos ejemplos, hablaremos de algunos de los cuentos que podemos encontrar en este libro.
En “El reino de las siete fuentes” el protagonista tiene el poder de tomar una decisión que puede cambiar su destino teniendo todo lo que siempre ha soñado; el problema es que el hecho de tomar esa determinación tiene unas implicaciones que ponen a prueba su ética y sus valores.
Este tipo de cuestionamientos, planteados en distintos escenarios, son recurrentes a lo largo del libro. José-Reyes es un maestro en el arte de inquietar conciencias poniendo sobre la mesa situaciones que en apariencia son ajenas al lector, pero que probablemente le quiten el sueño en más de una ocasión.
“La industria de la muerte” es otra fabulosa historia en la que un hombre se juega toda su fortuna en una partida de ajedrez con la muerte. Se trata de un fantástico tributo (intencionado o no) a una de las grandes obras maestras del cine que es “El séptimo sello”, del maestro Ingmar Bergman del año 1957.
“Un golpe de calor” es una sátira del momento tan complejo que se vivió al inicio de la pandemia que sorprende por su desenlace inesperado. Desde mi personal punto de vista, lo más importante de este relato es la crítica mordaz y aguda disfrazada de ingenioso humor dirigida a los gobiernos y autoridades sanitarias de todo el mundo por el manejo de la emergencia sanitaria.
El arte de escribir lipogramas se remonta al siglo VI a.C., o por lo menos de esa fecha datan los primeros que se conocen. Si no están muy familiarizados con el término les cuento que son escritos en los que intencionadamente se omite alguna letra (o varias) dando como resultado un reto muy complicado para el escritor y, sin duda alguna, muy divertido para el lector.
“Cuentos urgentes para un tiempo lento” nos regala un juego de nueve lipogramas que les van a encantar y son, evidentemente, testimonio de una gran habilidad del escritor que ya nos había dejado entrever en sus libros anteriores.
Reminiscencias de una guerra perdida o de un amor malogrado, historias de un Dios que nunca hemos visto y locuras de un rey que todo lo sabe. Todo esto y más alberga este libro. Y así, sumando emociones, alegrías, sorpresas y tristezas, se recorre este maravilloso sendero que José-Reyes Fernández ha trazado con su pluma.
Yo creo (sólo porque lo leí por ahí) que José hizo un pacto con el diablo y por eso pudo escribir un libro tan hermoso y entrañable. A saber el precio que tuvo que pagar por ello.
Laus Deo
Podéis adquirir «Cuentos urgentes para un tiempo lento» en la Página del editor
Entérate de algunas curiosidades
En Guadarranque, la pequeña aldea de pescadores donde nació José, ocurrían las cosas más insospechadas. Cada uno de los habitantes de este lugar actuaba de una forma singular y todos ellos constituyeron una fuente de inspiración de primera mano para muchos de los personajes de las historias que escribió en el transcurso de los años siguientes.
En este mítico lugar que inspiró a la creación de Guimarán no había radio ni televisión. La gente se reunía en sus chozas de junco en las noches de invierno, al calor del brasero, y empezaba a contar historias relacionadas siempre con la muerte, los espantos y los aparecidos. José, siendo un niño, se impresionaba profundamente escuchando aquellos relatos orales que no eran parte de la ficción, sino de una realidad inmediata que sus abuelos, su madre y sus tíos atestiguaban de primera mano.
Otra manera muy particular en la que se transmitían las historias en Guadarranque era a través de las entregas semanales. Cada semana llegaba el trapero (buhonero) para intercambiar trapos viejos que le ofrecía la gente a cambio de un nuevo fascículo de estas novelas por entrega. Entonces el tío de José, que apenas sabía leer, reunía a todos a la luz de una vela e iba leyendo los fascículos de estas novelas que su audiencia seguía con total interés y que las mujeres gimoteaban con auténtica sinceridad por aquellos desgraciados amores de novela.
